martes, 7 de diciembre de 2010

GUSTAVO ADOLFO PALMA, una época


El cantante Gustavo Adolfo Palma cruzó tres décadas como un largo rayo de luna.

POR JUAN CARLOS LEMUS

La voz educadísima. El porte galante y aristocrático. Es Gustavo Adolfo Palma, el tenor de Centroamérica. Su época fue la de la televisión en blanco y negro, los clubes nocturnos exclusivos, los sombreros marca Stetson y la Segunda Guerra Mundial; además, fue la época de oro de la TGW, La Voz de Guatemala, y el venturoso surgimiento de programas artísticos en los canales de televisión.El hijo del abogado Cecilio Palma y Palma y de doña Piedad Recinos de Palma, Gustavo Adolfo, nació en Jutiapa el 31 de agosto de 1920. Fue traído a la capital cuando tenía 7 años de edad. Cursó la primaria en la Escuela Costa Rica —hoy Escuela Nacional Central de Comercio—, y el bachillerato en el Instituto Nacional Central para Varones.
Corría el año 1934 cuando, a los 14 años, cantó por primera vez en programas de aficionados del Teatro Abril. Su debut oficial data de 1936, en la radio TGX, propiedad de Miguel Ángel Mejicanos. Y a los 17 comenzó a cantar en la TGW.

Lo dicho en pocas líneas constituyó, en realidad, una fecundación que echó profundas raíces dentro del mundo artístico. La voz del joven Gustavo Adolfo Palma alcanzó una tesitura de corte carísimo, tan valiosa, que si Guatemala hubiera tenido la maquinaria promocional que despliega México con sus artistas, habría alcanzado la fama de cantantes como Pedro Vargas o Pedro Infante, pues los intérpretes virtuosos no nacen exclusivamente dentro de ciertos límites geográficos. Esta afirmación —lo sabemos— conlleva una responsabilidad, la de asegurar que su voz y presencia tenían las proporciones descomunales de las citadas estrellas. Y eso es completamente cierto. Gustavo Adolfo Palma entró con ímpetu por las puertas de la TGW y otros lugares que ya evocaremos. De hecho, se desarrolló en plena época de oro de esa radio, entre los años 1930 y 1950.

En la actualidad podemos escucharlo en Wikipedia, interpretando Contigo, Mi amor es un gitano, Historia de amor, El caminante del Mayab o Españolerías. También podemos apreciarlo en Youtube, aunque sea unos pocos segundos, cuando canta en El Cristo Negro, película dirigida por el español José Baviera y una en las que actuó. Sin embargo, en aquellos tiempos, para que un artista brillara se requería mucho más que anuncios y correos electrónicos masivos, pues estos ni siquiera existían. Su canto debía cruzar, como un largo rayo de luna, el inmenso bosque nocturno político, económico e indiferente nacional y resplandecer hasta el amanecer.

Pero no solo era difícil para un cantante brillar, sino que era necesario que centelleara el doble para sobresalir en un país alienado y casi siempre desdeñoso de sus valores. Afortunadamente, en Guatemala siempre ha habido excepciones y, además de la TGW y del Canal 8, que le abrieron sus puertas, otra de las grandes responsables de aquella fecundación fue Marta Bolaños de Prado, su maestra de canto a partir de los 19 años. Entró con esa garantía disciplinaria a los años 1940.

Un hecho sin precedentes sucedió para él en octubre de 1944, cuando ganó el primer lugar en el concurso Viaje a México, organizado por Rudy Solares Gálvez, quien escribió ese año en revista Arte:
“La evolución de la escuela artística en Guatemala es sorprendente (...) Sus medios de divulgación, antes raquíticos, se han vuelto prolíficos, ya sea por medio de la radio, de la escena o festivales de sello cultural”.
Ese número de la revista dedica su portada al cantante. Tenía 24 años y gracias a que ganó el concurso recibió un homenaje en el salón Granada, (en la zona 1), en donde fue felicitado por Pedro Vargas.
Y Vargas cantó para él. Pero ese era solo el principio. En México llegó a ser cantante de planta en la XEW, La Voz de América Latina, un puesto entonces casi inalcanzable. Había llegado por un mes para cantar en cuatro programas nocturnos —ese era el premio—, pero fue contratado para participar 10 meses como artista exclusivo de la emisora, donde cantó en programas estelares, sencillos diurnos y estelares nocturnos, y en una ocasión compartió escenario con Jorge Negrete.
Su carrera se disparó hacia el horizonte, donde lo esperaba el público mexicano y de Latinoamérica, pues la XEW no era cualquier cosa. En esa época fue entrevistado por el famoso locutor Pedro de Lille —coautor del famoso Corrido de Chihuahua—, y grabó con varias casas disqueras, entre ellas, la legendaria Columbia Records y Musart Records, que años más tarde, en los 1960, grabó a los Beatles.

Gustavo Adolfo Palma retornó a Guatemala, luego de 10 meses, y continuó destacando. Cantó con las mejores orquestas. Una noche de 1947 compartió escenario con Pedro Infante, en la Mansión Victoria, ubicada donde hoy se encuentra el IGSS de la zona 9.
Se iniciaba por aquellos años la televisión en nuestro país y se convirtió en uno de los principales protagonistas.

En 1970, el tenor fue invitado de honor en el Primer Festival de la Canción Centroamericana y del Caribe, en Panamá, evento producido por los hermanos Rigual. Entonces interpretó Contigo, de su propia inspiración, con la orquesta del festival, dirigida por el famoso compositor latinoamericano Jorge Sarmiento. En dicho evento compartió escenario con Pedro Vargas. Fueron décadas de gloria. Recibieron la amistad y profesionalismo del artista cantantes de la talla de Tanya Zea, amiga suya hasta el día de su muerte.
Gustavo Adolfo Palma falleció el 1 diciembre del 2009, en la Ciudad de Guatemala, a los 89 años de edad. Más que vivir la época de oro del canto nacional, hizo época.



En vida

Gustavo Adolfo Palma cantó en los mejores teatros, clubes y salas del país.
Fue acompañado por orquestas dirigidas por maestros como Miguel Sandoval, Manuel Gómez, Enrique Raudales, Milton Cabnal y muchos más.
En 1982 fue el protagonista del festival Broadway, efectuado en el Teatro Nacional de Guatemala.
En 1994 le fue otorgado el Arco Iris Maya como Cantante Consagrado (voto popular).
En el 2005 fue homenajeado, con motivo del 75 aniversario de la TGW.
Además de intérprete, Gustavo Adolfo Palma compuso algunas canciones de corte romántico. En 1976 fue el principal protagonista de la novela María.
“Era consciente de que toda superación implica disciplina, voluntad y tenacidad”, dice de su hija Susana Palma, quien se ha encargado de incluir en la Web muchos y valiosos datos de Gustavo Adolfo Palma.
Además de virtuoso cantante, fue destacado futbolista —integró el Aurora—, dibujante y carpintero. Tenía conocimientos de sastrería —hizo su propia camisa cuando concursó para el viaje a México, en el Teatro Lux—. “Nadie hubiese pensado que la sacó de una sábana”, cuenta Susana Palma.
Información sobre su vida se puede encontrar en: es.wikipedia.org/wiki/Gustavo_Adolfo_Palma



(en la foto, Gustavo Adolfo Palma, izquierda, estrecha la mano del famoso cantante mexicano Pedro Vargas))

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